Camisa de fuerza La camisa de fuerza le atosiga los ijares haciendo que la respiración sea a golpes cortos, como los de un perro fatigado. La mirada del celador fría e indiferente hace caso omiso de quejas, de esos ruegos convertidos en suplicas que caen en un saco sin fondo. (Interno) Abandonado en la sala blanca, sin marcas en las paredes, se preguntaba como habría ido a parar allí. ?Mi memoria, mi memoria no conserva recuerdo alguno de lo que hice ayer ni del motivo de mi encierro. No sé quién soy. No sé si tengo pasado o si vengo de algún sitio Hay alguien parapetado con una bata blanca haciendo preguntas, escuchando respuestas. Me pregunta por mis padres y...
más información